La manzanilla es sin duda una de las mejores plantas que puedes tener en casa, pues te puede traer muchísimos beneficios para tu salud. Así que si aún no conoces muy bien esta maravillosa planta y las razones por las que deberías empezar a consumirla, no dudes en echar un vistazo a la información que aparece a continuación.

La manzanilla, también conocida como camomila, es una planta herbácea que tiene hojas verdes que nacen directamente del tallo sin ningún tipo de soporte o separación.Esta planta cuenta con flores pequeñas de color blanco y centro amarillo, y normalmente, puede alcanzar los 60 centímetros de altura.

De igual manera, cabe señalar que la manzanilla suele florecer entre el verano y el otoño, y se debe cultivar en semisombra para que crezca de forma adecuada. Asimismo, se recomienda sembrar esta planta en terrenos secos, que se encuentren a 1200 o 2000 metros sobre el nivel del mar.

Origen de la Manzanilla

La manzanilla es originaria de Europa central y el norte de Asia, pero en la actualidad se puede encontrar en casi todo el mundo. Según los expertos, esta planta se empezó a utilizar en la antigüedad con fines terapéuticos por los romanos, los griegos y los egipcios.

Propiedades medicinales

La manzanilla cuenta con propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y sedantes, y en la actualidad se utiliza para aliviar una gran cantidad de molestias corporales. No obstante, entre sus usos más comunes se encuentran:

 

  • Combatir el insomnio
  • Aliviar el dolor de muelas
  • Aliviar trastornos digestivos como: diarrea, cólicos menstruales, indigestión, dolor de estómago, entre otros.
  • Desinflamar el colon
  • Tratar la úlcera y la gastritis
  • Tratar afecciones de la piel como: heridas, ampollas, dermatitis, granos, etc.
  • Aliviar la migraña y dolores de cabeza en general
  • Tratar el asma y la gripe
  • Evitar vómito y náuseas
  • Calmar los nervios
  • Bajar de peso
  • Bajar el nivel de grasa presente en la sangre
  • Disminuir la hinchazón de los pies
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Formas de uso o consumo

Una de las formas más comunes para consumir la manzanilla es en té o infusión, y en este caso, lo recomendable es tomar de dos a tres tazas al día. Para hacer esta infusión se pueden utilizar tanto las bolsas de té de manzanilla como la planta seca y lista para hervir.

De igual manera, la manzanilla se puede encontrar en formato de cápsulas y estas también se pueden consumir 2 o 3 veces al día. Estas cápsulas suelen tener el mismo efecto que las infusiones, por lo que tienes libertad de elegir la presentación que más te guste.

Por otra parte, la manzanilla puede estar presente en productos de higiene personal como jabones, champús, ungüentos, cremas y geles. Estos suelen ser bastante efectivos tanto para la piel como para el cabello, por lo que cada vez más personas optan por comprar estos productos.

Para terminar, si lo que quieres es empezar a consumir de forma habitual manzanilla, es indispensable que consultes a tu médico de confianza para que conozcas todos los beneficios y contraindicaciones de esta planta, y la uses de manera adecuada.

 

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