El Jengibre o “Zingiber officinale” es la planta más conocida de las 1200 especies que conforman la familia Zingiberaceae. Muchas se caracterizan por sus sabores particulares, aromas y lo llamativo de sus flores. La parte más utilizada de esta planta es lo que se conoce como el rizoma –es decir, el tallo subterráneo horizontal–, que se valora mucho por su aroma particular y su sabor picante.

La planta puede llegar a tener 1.5 metros de altura y contar con hojas de hasta 20 cm. Sus flores se agrupan en la base de la planta y tienen distintos colores según la variedad. Usualmente sus flores son de pétalos tono color guinda (rojo púrpura oscuro y profundo) con manchas claras.

Para su crecimiento se requiere estar plantada en clima cálido, en un suelo profundo rico en materia orgánica, luz y abundante agua.

Origen del Jengibre

El origen del jengibre nos traslada a las islas del sudeste asiático (Indonesia, Malasia, Singapur, Brunéi, Filipinas y Timor del Este). Dice la historia que primero fue cultivado por los pueblos austronesios entre el 5000 o 4000 antes de nuestra era.

Ellos se encargaron de transportarlo a lo largo de las islas del indo-pacífico hasta llegar a Hawái. También fue una de las primeras especias que llegaron a Europa exportadas de Oriente y fue muy utilizado por los antiguos griegos y romanos.

Tiempo después, en el siglo I, los fenicios llevaron la planta hasta el Mediterráneo. Simultáneamente fue conocida en Egipto, Roma y Grecia.

Ya para el siglo IX, la planta llegó a Francia y Alemania y luego a Inglaterra, alcanzando su mayor popularidad durante el siglo XI.

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Por su parte los portugueses lo llevaron a África y para el siglo XV los españoles lo introdujeron a las islas Antillas. Fue considerado bueno para los guisados y de gran ayuda para la digestión.

Propiedades medicinales

Desde hace siglos el jengibre ha sido utilizado en la medicina. Su principal uso ha sido para favorecer la digestión, tratar las náuseas matutinas propias del embarazo, el vómito y el resfriado común, entre otros propósitos medicinales.

El principio activo de la planta se llama gingerol, una sustancia que proporciona al jengibre la mayor parte de sus propiedades benéficas.

El gingerol tiene efectos poderosos antioxidantes y antiinflamatorios, según las investigaciones. Puede ayudar a reducir el exceso de radicales libres en el organismo.

Formas de uso o consumo

Puede ser utilizado seco, en polvo, fresco o como jugo o aceite. Es muy empleado en la gastronomía. También se usa en alimentos procesados y cosméticos.

Por ejemplo, en la comida hindú y china, el jengibre es uno de los ingredientes más apetecidos. Por su parte, en la cocina occidental es más utilizado en su forma seca o en polvo para preparar galletas, caramelos, saborizantes, pan y en general, para preparar alimentos dulces.

Sus raíces son la parte más usada de la planta, sobre todo para condimentar las comidas. Se suele utilizar picada en cubos, ralladas o en trozos. También se consume en forma de té o cápsulas.

 

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