El ginseng encierra diversos tipos o especies de plantas, pero el más común y apreciado por sus propiedades medicinales es el panax ginseng o ginseng chino.

Esta planta perenne, crece en zonas húmedas y sombreadas y sus hojas son similares a las de los rosales (siendo estas un poco más grandes). Posee unas flores rojizas y pequeñas que brotan en racimos al final del tallo.

La parte de la planta que se utiliza para fines medicinales es básicamente su raíz bulbosa y antropomorfa, la cual se asemeja a la figura de un hombrecillo. Puede alcanzar hasta un metro de longitud, pero la planta no llega a superar los 50 cm.

 

Origen del Ginseng

El ginseng chino procede principalmente de China y Corea. Sin embargo, en la actualidad también se cultiva en zonas de Rusia, Canadá y México. En la actualidad, el tipo de ginseng más demandado es el rojo de Corea (quien es el mayor productor del mundo), seguido del Ginseng chino y el americano.

 

Propiedades medicinales

 

La raíz del ginseng contiene unos componentes que se denominan ginsenosides, los cuales son de forma directa, los responsables de las propiedades medicinales de la hierba.

No importa si es el ginseng americano o el asiático, pues se estima que ambos proveen un aumento de la energía, regulan los niveles de azúcar en la sangre y controlan el colesterol. Además, ayudan a reducir el estrés, promueven la relajación, tratan eficazmente la diabetes y la disfunción sexual masculina, entre otros beneficios que te detallaremos a continuación:

 

  • Anticancerígeno: se sabe del ginseng asiático, que puede ayudar a reducir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer de hígado, pulmón, páncreas, ovarios y estómago.
  • Es energético: para aquellas personas que se sienten constantemente débiles y cansadas, consumir ginseng les ayuda a aumentar sus niveles de energía física y mental.
  • Antiinflamatorio: contiene siete ginsenosides que tienen efectos inmunosupresores muy beneficiosas para ayudar a recuperar el cuerpo.
  • Promueve la salud cardiovascular: el ginseng posee cualidades antioxidantes, y esto ayuda a liberar los radicales libres del cuerpo. Estas son sustancias que pueden dañar el ADN y, por ende, contribuir con la aparición de enfermedades del corazón.
  • Mejora el desempeño mental: quienes toman ginseng de forma continua, se sienten más alertas. Esta planta, ayuda a mejorar la actividad mental y permite que se pueda aprender algo con mayor facilidad.
  • Refuerza el sistema inmunológico: estudios sugieren que aumenta el número de células inmunes en la sangre y mejora la respuesta del sistema inmunológico.
  • Alivia algunos síntomas asociados a la menopausia.
  • Calma el dolor de cabeza.
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Formas de uso o consumo 

  • En herbolarios e incluso en algunas farmacias, se puede conseguir el ginseng en su versión de cápsulas o comprimidos.
  • También se puede comprar la raíz para preparar infusiones.
  • Lo ideal es que cualquiera que sea la forma en que los consumas, lo tomes siempre en horas de la mañana. Porque si lo consumes en la noche podrías tener dificultades para conciliar el sueño.
  • Es recomendable consumirlo por un tiempo y luego hacer una pausa, puede ser de dos semanas, para retomar nuevamente.

 

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